Este cuento retoma la típica frase que todos los padres decimos a los niños, para construir una historia en la que el humor y el absurdo conducen a un inesperado desenlace. Este álbum, uno de los primeros que publicó el inglés David McKee, famoso también por las historias de Elmer, hará sonrojar a los adultos y dibujará sonrisas de complicidad en los pequeños, quienes podrán sentirse identificados con Bernardo.
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